Las mujeres y los pájaros

La primera mujer desobediente que yo conocí fue muy bisabuela, que se subía en una silla para echar migas de pan a los pájaros desde la terraza de su casa desafiando a la gravedad y a mi abuela, que siempre la regañaba.

Mi bisabuela era una mujer pequeña que, a medida que se hacía mayor, lo era todavía más; hasta que desapareció o se convirtió, quizá, en uno de aquellos pájaros.

Por eso yo sigo dándoles de comer siempre que puedo; pero ésa es otra historia y, como tal, deberá ser contada en otro lugar.

Mi bisabuela hacía ganchillo sin parar; siempre estaba tejiendo algo. Fue una pionera del reciclaje porque una vez descubrió que podía tejer incluso con las bolsas del supermercado; las recortaba hasta conseguir un hilo de plástico con el tejía alfombras.

Alguna vez llegué a pensar que un día llegaría a su casa y no la encontraría, porque agarraría una esquina del salón en su ganchillo y desde ahí tejería la casa entera, convirtiendo todo en una de esas colchas de colores que tanto nos siguen calentando.

¿Quieres que te lo cuente otra vez?

🐦 Nos vemos en el Albergue Mar y Montaña Vegadeo este sábado 25 de noviembre las 20:30.

Imprescindible reserva previa con Lilian, ¡quedan unas poquitas plazas! 🍃

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